Con la llegada del verano y el calor toca cambiar el fondo de armario. Y esto, claro está, incluye nuestro calzado, ya que con este calorcito lo que apetece es tener los pies descubiertos.
Es por eso que tantas personas apuestan por unas chanclas como su calzado favorito para la temporada estival.
Pero las chanclas, como cualquier calzado, no solo se manchan, sino que además pueden ser un foco de mal olor.
No debemos olvidar que en verano sudamos con bastante frecuencia y ese sudor se adhiere a nuestras chanclas, llegando a ser molesto llevarlas de no haber sido limpiadas correctamente.
Por eso, en este artículo, vamos a enseñarte a lavar tus chanclas y eliminar ese olor a pies para que puedas llevar tus chanclas favoritas durante todo el verano. Estos consejos también son válidos para sandalias de goma.
¿Por qué debo limpiar mis chanclas?
Deberías lavar tus chanclas por una cuestión de salud e higiene. Las chanclas pueden acumular diferentes residuos ya que son un calzado abierto. Esto unido a que se utilizan en entornos con agua y arena, y en momentos de calor, hace que sea necesario limpiarlas regularmente.
Cómo limpiar mis chanclas Havaianas en solo 2 pasos
Las chanclas Havaianas son una de las opciones más populares del mercado. Y no es de extrañar, dada su colorida apariencia, acorde con la estación del año en que nos las ponemos, su comodidad y su durabilidad.
Son precisamente esos factores los que provocan que las usemos siempre que tenemos ocasión, provocando que se ensucien o recojan malos olores. Pero eliminar la suciedad y quitar el mal olor de estas maravillosas chanclas es de lo más sencillo.
Eso sí, ten en cuenta que las Havaianas no deberían ir nunca a la lavadora. Y es por el proceso de limpieza, que no por el detergente utilizado, por lo que podrían estropearse.
Ante esta tesitura, la mejor opción será la de sumergirlas en un cubo con agua y detergente durante, al menos, una media hora. Si estuvieran muy sucias siempre puedes dejarlas un rato más.
Una vez hecho esto, las enjuagamos y usaremos una esponja de tacto blando, no abrasiva, para frotarlas.
Cuando terminemos de frotar con la esponja, volveremos a introducir las chanclas en el mismo balde con agua durante otros 30 minutos más. Y repetiremos este proceso de mojado y frotado hasta que estén completamente limpias. Una vez lo estén, tan solo restaría dejarlas secar al sol.
Una vez que ya has conseguido limpiar tus chanclas, es un buen momento para que aprendas cuáles son las diferencias entre chanclas y sandalias.