La playa es el destino elegido por buena parte de la población para disfrutar de las vacaciones de verano. El contacto con el mar y la posibilidad de bañarse son los principales motivos por los que las personas eligen los destinos costeros para pasar unos días de relax. Pero, ¿y si la próxima vez eligieras la costa que bordea uno de los lagos europeos más importantes?
Te hablamos de algunos de los lagos de Europa más conocidos. Quién sabe, tal vez uno de ellos se convierta en tu próximo destino para vivir unas vacaciones únicas.
Lago Ness (Escocia, Reino Unido)
Empezamos por uno de los lagos de Europa más conocidos, el Lago Ness. Sí, puede que lo conozcas gracias a la leyenda de su escurridizo monstruo, pero lo cierto es que destaca por su ambiente casi mágico. Además, se trata de un enclave tranquilo en el que puedes disfrutar de todo tipo de actividades al aire libre, sobre todo en la época de buen tiempo.
¿Y si te encontraras a Nessie mientras haces esquí acuático?
Lago de Como (Italia)
Uno de los lagos europeos más conocidos y también el tercero más grande de Italia. A los pies de los Alpes nevados se encuentra este gran lago rodeado de pueblecitos adorables dignos de postal y villas de lujo.
En el lago de Como puedes disfrutar de actividades como andar en bicicleta, pasear por sus orillas, navegar en bote o hacer algunas actividades más atrevidas como parapente o windsurf. Incluso puedes visitar alguno de los spa que hay en los hoteles de la zona, así que no te olvides tus chanclas. También puedes disfrutar de su aspecto más cultural visitando los museos que hay en el entorno.
Lago Constanza (Alemania)
Si tu destino de vacaciones es Alemania quizás puedas visitar el lago Constanza, el más grande del país y considerado uno de los lagos europeos más importantes. Se encuentra en la frontera entre Alemania, Suiza y Austria, y en él se pueden practicar numerosos deportes acuáticos.
En su orilla puedes visitar pequeñas localidades como Konstanz, Mainau y Lindau, disfrutando de paisajes encantadores y playas, pero también de viñedos y prados para un día de campo. Un lugar pintoresco y fascinante.
Lago Annecy (Francia)
El lago Annecy es uno de los lagos de Europa más turísticos, pero también de los más mágicos y relajados. Un paraíso para todos los amantes de los deportes acuáticos, y una gozada para los que quieran disfrutar de unas aguas cristalinas. Está rodeado de montañas nevadas y la ciudad de Annecy, la que le da nombre, es conocida como la Venecia de los Alpes.
En el entorno del lago Annecy podrás dar paseos en bote o en bicicleta, visitar un spa o disfrutar de sus conocidas aguas termales. Un planazo para el que no puedes olvidarte las chanclas si tu prioridad es volver a casa super relajado.
Lago Hallstat (Austria)
Este lago austriaco es Patrimonio Mundial de la UNESCO y su entorno ha estado habitado desde la Edad de Hierro. En sus alrededores encontramos numerosos vestigios de historia como la Capilla de San Miguel, que cuenta con 600 cráneos pintados artísticamente. Por esto, además de por sus aguas, este lago europeo siempre ha sido un destino turístico destacado en Austria.
Es un lugar ideal para aquellos que buscan disfrutar del aire libre y de unas vistas espectaculares. Reposa en uno de sus encantadores cafés tras una jornada de senderismo, un paseo en bicicleta o una tarde de remo.
Lago Plitvice (Croacia)
El lago Plitvice en Croacia es el Parque Nacional más grande y antiguo de Croacia. En este caso se trata de 16 lagos interconectados por cascadas que no te puedes perder si visitas Croacia.
Los que lo conocen dicen que la mejor temporada para visitarlo es el otoño, pero es un paraje impresionante en cualquier época del año. En su entorno hay ocho senderos diferentes para recorrer el paraje, y también puedes disfrutar de paseos en bote dentro de sus lagos.
Lago de Garda (Italia)
Cerca de Milán se encuentra el lago de Garda, uno de los lagos europeos más bonitos y el más grande de Italia. Es tan grande que llega a parecer un mar en calma en medio de la montaña. Desde hace siglos ha sido un destino preferido por la aristocracia, pero también por los poetas y escritores.
Su entorno lleno de olivos, limoneros, naranjos y cipreses te invita a perderte dando un paseo. Además, su costa está salpicada de pintorescos pueblos de época medieval como Sirmione o Limone Sul Garda.
Lagos de Covadonga
En España también podemos presumir de tener alguno de los lagos europeos más importantes, o mejor dicho, un santuario de lagos como son los lagos de Covadonga, a 1000 metros de altitud. El más grande de todos es el lago de Enol, pero todos ellos están rodeados de prados y animales, además de por las montañas de los Picos de Europa. Un refugio tranquilo en el corazón montañoso para quien quiera la desconexión absoluta.
Lago Ohrid (Macedonia)
No es el lago más grande de Europa, pero sí el más profundo. El lago Ohrid se encuentra en Macedonia y es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, y también un lugar de vacaciones tranquilo para amigos y familias. De aguas claras y rodeado de montañas, cuenta en sus orillas con pueblos de influencias muy diversas.
Un lugar perfecto para disfrutar de actividades como paseos en bicicleta, caminatas o visitar lugares como Svetei Jovan Kaneo, una iglesia que se encuentra frente al lago y desde la que se pueden tomar instantáneas espectaculares.
Lago Sognefjord (Noruega)
El lago Sognefjord es conocido como el Rey de los Fiordos y uno de los lugares más bonitos de Noruega. Con una belleza natural sobrecogedora que parece de otro mundo, resulta imprescindible si planeas visitar la Noruega más salvaje. En sus orillas se encuentran cinco de las antiguas y tradicionales iglesias de madera noruegas.
Este lago es además un destino sostenible que cuenta con numerosas granjas y pueblos modernos en su entorno. Un destino ideal si quieres hacer un turismo de naturaleza activo y disfrutar de su belleza excepcional a pie o en bici.